El tren de la vida

En la vida llega un punto en el cual haces un balance de esta, te fijas en
las cosas que te han ocurrido o en los pequeños detalles, en personas que pasaron por tu vida y ya no permanecen en ella, pero dejaron su huella, siendo imposible borrarla. En momentos que la marcaron y que te hicieron feliz en ese mismo instante, pero esa felicidad se fue y tu ya no has vuelto a sonreir por ningún motivo; Notas que tu vida no tiene
rumbo y que tú eres tan sólo un pasajero de ese tren que en cualquier momento puede descarrilar o llegar a su destino. Sabes que en ese tren tu no vas en clase VIP, sino que eres uno más, el cual nadie va a tener en cuenta. Ese viaje puede llevarte a un lugar increible en el que vuelvas a encontrarle sentido a éste viaje que es la vida, o no llegar nunca a tu
destino y permanecer siempre en ese lugar, mirando por la ventana como la vida pasa y con ella las personas van pasando con rápidez,bdesapareciendo a su vez. Y tú, solo, en ese vagón, con tus cascos y tú mejor sonrisa, observas con los ojos cubiertos de lágrimas que ya se
acerca tu destino, no has sabido disfrutar del viaje, desvías la mirada y observas que el vagón se encuentra vacio, nadie importante te ha acompañado en tu viaje, te sientes solo, pero tranquilo a la vez. Eso significa que nadie mereció estar en tu viaje, te hicieron daño y supiste decir que no a esas personas. Tienes claro que hiciste lo mejor y quisiste lo mejor, pero tu tren nunca se quiso parar, para poder disfrutar verdaderamente de este viaje que es la vida. Tú vida.

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