Felicidad como tal

Que extraño es el sentimiento de la felicidad, ¿Verdad? Podemos estar sintiéndole a unos niveles que nos remueva hasta la última célula de nuestro cuerpo, e instantes después puede desaparecer por arte de magia. Muchas veces solemos decir que somos felices simplemente porque hemos tenido un buen día, porque hemos pasado un rato muy bueno con amigos, hemos tenido un momento bonito con una pareja, etc. Pero, ¿Realmente somos felices, o simplemente es una explosión de alegría que nos invade de forma que la confundimos con la felicidad? Yo creo que la felicidad va más allá de una sensación, es decir, creo que es un cúmulo de cosas que en el momento perfecto te pueden hacer flotar, pueden transportarte a otro mundo, porque puedes haber tenido un día perfecto porque aprobaste un examen que tenías atravesado, porque la chica que te gusta te ha invitado a salir una tarde a dar un paseo, incluso porque sabes desde por la mañana  que tienes tu comida favorita cuando vuelvas de clase o del trabajo, pero si por lo que sea hay otra mala noticia en el ambiente, ya no es el mismo sentimiento. Me arriesgaría a decir que la felicidad como tal no existe, porque no es algo que pueda nacer de una sola cosa, sino que necesita una combinación de ellas, y muchas veces cuando la tenemos, cometemos un error con ella , y es que hacemos que dependa de otras personas, y para que nosotros seamos felices, tenemos que ver a la otra parte feliz, y si por el motivo que sea no lo está, todo se desvanece, y da igual todo lo bueno que te haya pasado, o que tal buena sea la combinación, porque el hecho de haber dejado que tu felicidad como tal dependa de otra persona que no eres tú, hace que ya no seas feliz, y eso es un gran problema, porque tu estabilidad emocional depende de alguien que tiene sus problemas y sus inquietudes, y en ese momento en el que tu felicidad la basas en la otra persona, todas las cosas que le afectan o le pueden afectar, te van a golpear a ti también, y por mucho que tu quieras, no podrás evitarlo, por lo que tienes que evitar a toda costa que ella dependa de alguien que no seas tu. Con esto quiero llegar a que la felicidad no es algo que se pueda explicar, describir o incluso atrapar, sino que es un sentimiento tan inexplicable como efímero y delicado que nunca vamos a saber apreciar hasta que no lo hemos perdido, porque hasta que no llegamos a ese punto, no nos damos cuenta de que realmente lo somos.

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