Agujero Negro

 ¿Qué es la soledad? Esa es posiblemente una de las preguntas que nunca se podrá contestar, porque no existen palabras que puedan describir esa sensación de vacío dentro de uno mismo, la cual por más que busques formas de evitarla, nunca lo consigues. Es una sensación que, si pudiésemos transformarla y convertirla en algo de la vida cotidiana, posiblemente sería una tarde de domingo en pleno invierno donde no deja de llover, hace frío y sabes que al día siguiente tienes que ir a trabajar o a estudiar. Tarde en la cual da igual lo que te pongas a hacer, porque nada hace que el día se convierta en algo positivo, porque es algo que va por dentro. Podemos asemejarla a cuando vuelves de vacaciones por la tarde, con el sol cayendo en el horizonte, sabiendo que se acabó lo bueno y toca volver a la vida normal. Es una sensación difícil de gestionar, algo que no todo el mundo sabe hacer, yo me incluyo entre los que no. Muchas personas intentan llenar ese vacío de mil formas, pero es como un agujero negro el cual absorbe todo y nunca termina de saciarse, y es ahí donde viene el problema, porque lo único que consigues es caer más y más hacia el fondo, del cual muchísimas veces no sabemos salir, y que otras veces termina por consumirnos y hacernos abandonar todo y desistir de vivir, porque es la única solución que vemos, la única forma de librarnos de esa maldita sensación de vacío que nos daña y no nos deja ser felices en ningún momento. Lo peor de todo es que cuando estás en ese punto, todo te da igual, te dan igual tus amigos, tu familia, tu propia vida, te descuidas totalmente y poco a poco se termina de consumir los restos que quedan de ti. Eso es algo difícil de ver desde fuera, porque como normalizas que todo da igual, también das por hecho que tú le das igual a los demás, y mientras tú te consumes, los demás te ven como siempre, hasta que llega el día que no aguantas más y te rompes en mil pedazos, pedazos que ni tú mismo eres capaz de pegar, porque no tienes ganas ni fuerza. A veces tienes la suerte de que dentro de ti queda un pedacito que lucha por vivir, lucha por seguir adelante, es ese fino hilo que sujeta todo el peso, el cual, si no se actúa rápido, termina rompiéndose haciendo que todo se termine de desmoronar. Podría decir que hay mil formas de ver la vida que te hacen feliz, que te enseñan a mirar con otros ojos el día a día, pero cuando estás ahí metido todo es oscuro, y por más que en su momento quisieses encender una linterna para buscar la salida, nunca la encuentras tu solo, porque el agujero negro que hay debajo de ti no para de absorberte a ti y a la luz con la que intentas buscar la salida. Los que nos encontramos en ese punto sabemos lo difícil que es salir, y que por más que luches para ello, no puedes solo, porque tanto tu cuerpo como tu mente solo buscan paz, dejar de luchar por algo que consideras que es en vano, ya que lo único que logras acertar a ver es como la gente te ve igual que siempre mientas el agujero te va absorviendo de poco en poco cuando luchas, y a pasos agigantados cuando te relajas un poco. Si tu también te encuentras en este punto, solo puedo decirte que luches y jamás te rindas, porque en algún momento de flaqueza del agujero, encontrarás la fuerza que necesitas para pedir ayuda y salir de ello.

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