Una amistad eterna
Me gustaría decirte muchas cosas, pero empezaré por agradecerte todo. Me
comprendes, me ayudas en los momentos más difíciles, me aportas todo el
cariño que puedes llegar a ofrecerle a alguien y me garantizas tu
eterna amistad. Por eso, querría decirte que te quiero mucho y que a
pesar de los mosqueos que pillemos a veces, siempre me tendrás aquí para
ayudarte en todo lo que necesites. Si necesitas hablar con alguien,
llámame; si necesitas llorar, estaré a tu lado siempre para que puedas
hacerlo tranquilamente; si quieres que te hagan feliz, no tienes más que
buscarme, ya sabes dónde encontrarme; y si quieres tener a alguien a tu
lado para siempre... No tienes ni que pedirmelo, porque allí estaré yo.