¿Cuál es el motivo?
Y cada vez me cuesta más escribir lo que siento,
quizás me olvidé de escribir, o quizás ya no siento nada. A veces
acelero, pensándome que nada me va a frenar, y no paro, llego a la
máxima velocidad y, PAM, de repente me caigo y se rompen todas las
ilusiones de llegar lejos, muy lejos.... Puede que mi felicidad se trate
de acelerar sin saber cuando puedo parar, o tal vez se trata de
aprender a andar sin necesidad de frenar.