Ven conmigo soledad...
Soledad ven y acompáñame, quiero sentir tu presencia mientras de mis ojos salen lágrimas de dolor. Quédate conmigo hasta que pueda poner en orden mis ideas, o hasta que mi corazón logre olvidar. Escúchame tu por un momento, ya que a mi alrededor no haya más que dolor creado por mi. Por eso recurro a ti, sé que no me fallaras. Te confieso que: hoy no ha sido un día bueno, estoy en medio de una batalla, sin embargo no me quejo. Pero ya no lo
aguanto.
He decidido aislarme como siempre, encerrarme en mi mundo e implorarte
que te quedes conmigo. Ya que eres la única que me entiende, la que no
juzga ni pregunta, que hieres y ayudas a la vez. ¿Sabes? Quiero viajar, alejarme de todos. Tú me conoces y sabes a donde
quiero ir, solo que esta vez quiero que tú seas mi única acompañante. Soledad, te invito a que me ayudes olvidar mis problemas en una hermosa
montaña de Los Andes. Créeme que no hay mejor terapia para mi corazón
que eso.
Gracias una vez más por estar presente...