Yo también se hacerlo
¿No te cansas de hacer daño a los demás? ¿No te cansas de ser como eres,
de que nadie más que tu sea capaz de soportarte? ¿No te cansas de darle
la espalda a los demás, de poner sonrisas falsas en tu cara, de
insultar, de fingir? ¿No te cansas? Al parecer no, quizás es que eras a
sí desde el principio y no me di cuenta, quizás por eso no eres capaz de
mirarme a los ojos, quizás te da envidia mi felicidad, a veces fingida,
pero para ti felicidad al fin y al cabo. ¿A caso, la soledad que tu
misma te buscaste te ha hecho aún peor persona, si es que eso es
posible? No sé, me das pena, me das lástima. Porque yo conocí a una
persona diferente, o creí conocerla. No soy perfecto, yo también fallé,
pero a diferencia de ti, mis puñaladas fueron frente a frente, no por la
espalda, y luego las reconocí, rectifiqué mis errores. Eso es lo que tu
haces, esperar a que aquel que te ayuda y que te quiere se de la
vuelta, para darle un palo que lo deje destrozado, y luego no admitirlo
hasta el final. Ten cuidado, no juegues a manipularme, porque quizás yo
sepa jugar mejor que tú. Ten cuidado, no te des la vuelta, porque quizás
te dé una puñalada por la espalda, al fin y al cabo, lo aprendí de ti.