My life from out
El está ahí, sentado, ¿le ves? Con el paso del tiempo cambió mucho. No
sólo el, si no la gente que la rodeaba. Se distanció de sus amigos, y
el todavía no entiende qué fue lo que hizo mal. Pero aprendió, poco a
poco, a estar solo. A no escuchar nunca un ‘¿qué tal estás?’, a no
recibir muchos abrazos, a no escuchar muchos ‘te quiero’, solo fue
adaptándose a no depender de nadie. Cada vez que se acuerda de viejos
tiempos, se le llenan los ojos de lágrimas. Cada vez que necesita
alguien en quien confiar, no encuentra a nadie. Se pasa el tiempo
sentado frente al ordenador, o en su habitación mirando al vacío. Solo,
llora sin que nadie le diga que todo va a estar bien. Que todo tiene
solución y que siempre después de una tormenta, vuelve a salir el sol.
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