De la vida aprendemos...
Con el tiempo, aprendí que las cosas nunca son como las esperas. Que
cuando más te ilusionas, peor lo pasarás. Que hay miradas que matan y
miradas que piden a gritos un "bésame". Que cuando sientes que tu mundo
se derrumba aparece algo que lo endulza, y viceversa. Que no confíes en
la persona que te diga un "te quiero" rápido, puede mentir. Que los
sentimientos más profundos y bonitos tardan en aparecer. Que no porque
lo veas todo perfecto no pueda haber algo imperfecto. Que aun que
alguien te hable no quiere decir que te quiera. Que aun que te quiera no
quiere decir que no quiera a otros. Que los besos siempre terminan. Que
si no sientes nada, no puedes fingirlo. Que por mucho que luches por
alguien no quiere decir que lo vayas a tener. Que las personas pueden
llegar a hacer mucho daño, y también a alegrarte la vida. Que la vida
pasa, y cada día que no sonrías en un día perdido. Que los sueños nunca
se cumplen. Que no hay personas perfectas. Que vivimos en un mundo
imperfecto lleno de seres imperfectos, que reímos, aveces lloramos y
creemos en cosas tan absurdas como los "para siempre". Que hay "para
siempre" que solo quieren decir "para un rato". Que hay "nunca te dejaré
de querer" que quieren decir "mañana te olvido". Que nunca sabes que
pasará mañana, dentro de un mes o un año. No sabes donde estarás. Y el
problema es que vivimos soñando en que llegará el día en que el amor de
nuestra vida llame a la puerta. Pero lo que no sabemos es que cuando eso
ocurra, estaremos tan dañados que pensaremos que volverá a ocurrir y
le dejaremos escapar.